¿PUEDEN COMER JAMÓN IBÉRICO LAS
EMBARAZADAS?
Cuando una mujer se queda
embarazada debe seguir una dieta específica y estricta para proteger al bebé de
cualquier enfermedad o peligro. Normalmente, se aconseja a las mujeres no tomar
ningún tipo de embutido, ni jamón serrano, ni paté, ni queso blanco… Podrían
contener una bacteria que produce la enfermedad de toxoplasmosis. Esta bacteria
se puede encontrar en productos crudos o que están sometidos a condiciones
higiénicas o de conservación inferiores a las recomendadas.
Pero normalmente un jamón serrano
que esté bien curado no debe representar riesgos para las embarazadas, puesto
que solo lo representan si están crudos. Eso es lo que está intentando
demostrar un grupo de investigadores del Teica (Centro Tecnológico Andaluz del
Sector Cárnico). El doctor Juan Carlos Racero, gerente de Teica, explica que
«se está comprobando cómo el tiempo del proceso de curación, el contenido en
sal y otros factores hacen inviable en el tiempo la supervivencia del parásito
de la toxoplasmosis». Tal y como se expuso en el congreso, «cuántos más meses
de curado, periodos superiores a 24 meses, se ha visto claramente que es más
seguro». Pretenden hacer ver que este producto es apto para el consumo en
mujeres en gestación y que además tiene numerosos componentes nutritivos muy interesantes, es bajo en grasas y aporta
proteínas beneficiosas para el organismo.
Todavía queda por conocer los
resultados, aunque la mayoría de los expertos aseguran que no hay riesgo
siempre y cuando el jamón esté bien curado. El mayor problema de la
toxoplasmosis es que traspasa la placenta y puede producir graves daños al
bebé, causando malformaciones congénitas, partos prematuros e, incluso, abortos
espontáneos.
Por ello es conveniente saber de
dónde viene el jamón cuando se está
embarazada. Consumirlo con moderación y optando siempre por la mejor calidad, y
evitando comerlo cuando no está en las condiciones óptimas. Ante todo,
precaución, pero con la cautela correspondiente se puede comer jamón ibérico tranquilamente. Queremos recordaos para esto la importancia de un secadero natural.
Ojo con los jamones poco curado. Si hablamos de jamón serrano la
elección está clara, solo jamones GRAN RESERVA, con una curación mínima de 15
meses. Jamones ibéricos, tanto de cebo de campo como de bellota, suelen estar más curados, aun así solo
consumir jamones de larga curación. Os recuerdo ¿jamón grande o pequeño?
No sólo el jamón puede ser una
fuente de toxoplasmosis. El toxoplasma gondii puede estar presente en fiambres
no tratados –que no hayan sido hervidos o cocidos–, sino que sólo hayan sido
sazonados. También es muy común en sobrasadas y productos de casquería. Hay que
tener precaución con los lácteos y quesos no pasteurizados. Tener cuidado con
estos productos no sólo evita problemas con el toxoplasma, sino también con la
listeria monocytogenes.
Espero que sea útil.