SECADERO Y BODEGA NATURAL.
El secadero natural es el lugar
acondicionado para secar, curar y madurar los productos de cerdo abriendo y
cerrando ventanas. En ellos permanecen hasta adquirir la consistencia, aroma y
sabor de los productos tradicionales. Básicamente se producen una serie de
procesos metabólicos muy complejos e interrelacionados, y cuya validez final
depende no sólo de la extensión de los mismos, sino del equilibrio que se
establezca entre ellos durante los 40
meses de tiempo máximo de curación que sufren nuestras piezas.
Estos hechos son fundamentales
desde el momento que condicionan la existencia de toda una flora, tanto
bacteriana como micológica, y que llevan a la singular maduración tan
característica y exquisita de nuestros Jamones y Paletas de Cerdo Ibérico de
Bellota. A ello hay que unir, además, el especial manejo de las piezas.
La fase de sudado es un proceso natural. Se basa en favorecer la
difusión de la grasa, casi fundirla para que se introduzca entre las fibras
musculares que, una vez impregnadas, retendrán el aroma. La duración del sudado
es variable, pero las condiciones ideales son: durante 2-3 meses temperaturas
de 30º - 35º grados centígrados y humedad relativa del 70 por 100.
Una vez madurada la pieza, esta
pasa al proceso llamado de "envejecimiento", y que se lleva a cabo en
bodegas, capaces de mantener una temperatura media de 10º - 12º grados centígrados y humedad relativa del 80 por 100 aproximadamente, durante un
período de 28 a 40 meses antes de la salida al mercado. Como resultado de la
desecación, el contenido acuoso de la carne se reduce y, por tanto, el Jamón
consigue una mayor concentración de sólidos, alcanzando finalmente ese aroma y
gusto tan característico de nuestra calidad.
Este control natural de las
condiciones de temperatura y humedad no requiere ningún consumo de energía, a
diferencia del secado en cámaras frigoríficas. Se trata de un proceso que no
genera ningún tipo de residuo contaminante y que se basa en aprovechar al
máximo las condiciones de la naturaleza: el aire y los ritmos naturales del
clima seco y frío de Salamanca, ya que nuestros secaderos están ubicados a más
de 900 metros de altura sobre el nivel del mar, en un paisaje privilegiado y en
un entorno natural totalmente limpio.
También la filosofía ecologista
está presente en el carácter artesanal de este proceso, que
cuida las
condiciones del secado de los jamones y embutidos, y que hemos optado por
aplicar, frente a la producción industrializada. Métodos naturales centenarios,
heredados y perfeccionados de generación en generación.
El cuidado en el proceso de
curación es el que da lugar a un producto que responde a las altas exigencias
de los consumidores, tanto en relación con las garantías de producción natural
de los alimentos, como en cuanto a la calidad del producto que compran. El mejor jamón ibérico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario