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martes, 21 de enero de 2014


LA GRASA DEL JAMÓN

La grasa del jamón es un elemento esencial del producto. Odiada por algunos, que la retiran, se trata de todo un complemento gustativo, así como un elemento de la estructura interna del jamón.
La grasa es uno de los puntos sobre los que se apoya la curación del jamón y en su textura es donde reside parte del característico sabor del jamón.



Diferenciaremos dos tipos principales de grasa:

Grasa externa del jamón.
Los primeros trozos del tocino del jamón deben presentar un tono amarillento-dorado, que poco a poco pasa a un color blanco o rosado. Esta tonalidad atestigua que el proceso de curación ha sido el adecuado. Los jamones que tienen una grasa externa muy blanca son de muy poco tiempo de curación y su calidad no será la deseada. Debe tener una forma uniforme, sin picos ni puntos extraños. El tono amarillento-dorado, y su cambio al blanco o rosa, también son pruebas de una correcta alimentación a base de bellotas y piensos de calidad, un aspecto clave para los expertos jamoneros.



Grasa interior.
Los tonos principales deben ser el blanco y rosado, con tímidas reminiscencias amarillas. A su vez, su dispersión también ha de ser uniforme, aunque hablamos de una parte esencial de las lonchas, el veteado.
El corte inicial que se realiza, también sirve para diferenciar el aroma,  para poder apreciar vetas de color que permitan saber cómo es la grasa interna del jamón. De ahí su importancia.

Otra información para conocer la calidad de un  buen jamón ibérico.





sábado, 11 de enero de 2014

JAMÓN, VITAMINAS Y MINERALES


Los beneficios del jamón ibérico, vitaminas y minerales.

Es uno de los manjares de la mesa española y además su consumo es bueno para la salud. Un nuevo estudio añade más beneficios a la lista. El consumo de jamón ibérico aporta hasta un 45 por ciento de la ingesta recomendada de hierro para la población española de hombres y un 23 por ciento para las mujeres -con mayores necesidades metabólicas-. El cinc, abundante en el jamón, es fundamental durante la lactancia para el correcto desarrollo de los bebés. El Centro Tecnológico de la Carne y la Universidad de Granada ha elaborado el primer estudio completo de composición nutricional del jamón ibérico en el que se comparan las diferencias nutricionales que existen entre la raza y la alimentación del cerdo.  



Hierro y cinc:
Sus conclusiones demuestran no sólo los elevados contenidos en hierro que aporta el consumo de este producto a la salud, sino también en cinc y vitaminas B1, B2, B3 y B6. Los análisis realizados a jamones ibéricos de bellota y de cebo de campo muestran que junto a ese aporte nutricional de hierro, este alimento aporta entre un 25 por ciento y un 36 por ciento de cinc.


Fuente de vitaminas:
Por tanto, se considera como fuente rica de este micronutriente con las repercusiones que tiene este mineral en el crecimiento de la masa muscular en la pubertad, su papel en la correcta función del sistema inmunitario y fundamental durante la lactancia para el correcto desarrollo de los bebés. El estudio también detalla el gran aporte de vitamina del jamón ibérico, al ser fuente de vitaminas B2 (riboflavina), B3 (niacina), B6 (piridoxina) y una excelente fuente de B1 (tiamina). 


El valor nutricional, por cada 100g de jamón ibérico de bellota es:
Agua: 57,5 grs.
Proteínas: 28,5 grs.
Grasa: 14,5 grs.
Hidratos de Carbono: 0 grs.
Fibra: 0 grs.
Valor calórico: 242 Kcal.


Otras razones más para disfrutar del jamón ibérico.