ENVASADOS AL VACÍO
En los embutidos y derivados envasados al vacío, predominan
las bacterias ácido láctico (BAL), cuya presencia es favorable para su
conservación, alargándose así la vida útil del producto
En los últimos tiempos, el sistema de envasado al vacío
permite obtener los siguientes resultados en el producto:
Calidad: El envasado al vacío actúa como una barrera para el
oxígeno, principal enemigo de la calidad y vida útil de la carne curada.
Sanidad: La ausencia de oxigeno evita la proliferación de
microorganismos aerobios causantes del deterioro de la carne, lo cual permite
almacenarla en ambientes refrigerados por varias semanas sin afectar a su
calidad, protegiéndola contra las bacterias durante el transporte, manipulación
y almacenamiento
Color: es probablemente la condición individual que más
afecta el aspecto de la carne envasada, y el que más influye en la preferencia
del consumidor. El color oscuro es la garantía del buen proceso de envasado al
vacío.
Cuando se abre la bolsa de envasado al vacío, la mioglobina
vuelve a combinarse con el oxígeno del aire, retomando, en el lapso de 15 a 20
minutos su color normal. Así podemos
garantizar que la carne que fue envasada al vacío mantiene por más tiempo su
color brillante natural que la no envasada.
El olor: Al abrir las bolsas de los productos envasados al
vacío, se podrá apreciar un suave olor a ácido láctico. Esto se debe al confinamiento de gases generados
por la carne y las bacterias. Este olor es indicativo de que la carne esta
envasada correctamente y en óptimas condiciones de consumo, y desaparecerá el
cabo de pocos minutos.
Consumo: Consuma los productos a temperatura ambiente, aproximadamente 22 ºC. En los productos ibéricos se puede calentar ligera y previamente el plato donde se van a colocar las lonchas. Los productos envasados al vacío deben abrirse unos 15 minutos antes de su consumo para disfrutar de todo su sabor. Proteja la pieza abierta en el frigorífico con papel de estraza o similar y en su defecto, papel de aluminio. El sistema “no frost” de los frigoríficos acelera el proceso de desecación del producto alterando sus cualidades organolépticas (sabor más fuerte y salado). Procure dejar el mínimo tiempo posible producto loncheado en el frigorífico, pues el proceso indicado anteriormente se acelera en este caso. Consuma especialmente el lomo y el cabecero de lomo cortados en lonchas finas.
Consumo: Consuma los productos a temperatura ambiente, aproximadamente 22 ºC. En los productos ibéricos se puede calentar ligera y previamente el plato donde se van a colocar las lonchas. Los productos envasados al vacío deben abrirse unos 15 minutos antes de su consumo para disfrutar de todo su sabor. Proteja la pieza abierta en el frigorífico con papel de estraza o similar y en su defecto, papel de aluminio. El sistema “no frost” de los frigoríficos acelera el proceso de desecación del producto alterando sus cualidades organolépticas (sabor más fuerte y salado). Procure dejar el mínimo tiempo posible producto loncheado en el frigorífico, pues el proceso indicado anteriormente se acelera en este caso. Consuma especialmente el lomo y el cabecero de lomo cortados en lonchas finas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario