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viernes, 11 de octubre de 2013

ENVASADOS AL VACÍO


ENVASADOS AL VACÍO

En los embutidos y derivados envasados al vacío, predominan las bacterias ácido láctico (BAL), cuya presencia es favorable para su conservación, alargándose así la vida útil del producto
En los últimos tiempos, el sistema de envasado al vacío permite obtener los siguientes resultados en el producto:


Calidad: El envasado al vacío actúa como una barrera para el oxígeno, principal enemigo de la calidad y vida útil de la carne curada. 




Sanidad: La ausencia de oxigeno evita la proliferación de microorganismos aerobios causantes del deterioro de la carne, lo cual permite almacenarla en ambientes refrigerados por varias semanas sin afectar a su calidad, protegiéndola contra las bacterias durante el transporte, manipulación y almacenamiento 

Color: es probablemente la condición individual que más afecta el aspecto de la carne envasada, y el que más influye en la preferencia del consumidor. El color oscuro es la garantía del buen proceso de envasado al vacío.

Cuando se abre la bolsa de envasado al vacío, la mioglobina vuelve a combinarse con el oxígeno del aire, retomando, en el lapso de 15 a 20 minutos  su color normal. Así podemos garantizar que la carne que fue envasada al vacío mantiene por más tiempo su color brillante natural que la no envasada.

El olor: Al abrir las bolsas de los productos envasados al vacío, se podrá apreciar un suave olor a ácido láctico. Esto  se debe al confinamiento de gases generados por la carne y las bacterias. Este olor es indicativo de que la carne esta envasada correctamente y en óptimas condiciones de consumo, y desaparecerá el cabo de pocos minutos. 

Consumo:  Consuma los productos a temperatura ambiente, aproximadamente 22 ºC. En los productos ibéricos se puede calentar ligera y previamente el plato donde se van a colocar las lonchas. Los productos envasados al vacío deben abrirse unos 15 minutos antes de su consumo para disfrutar de todo su sabor. Proteja la pieza abierta en el frigorífico con papel de estraza o similar y en su defecto, papel de aluminio. El sistema “no frost” de los frigoríficos acelera el proceso de desecación del producto alterando sus cualidades organolépticas (sabor más fuerte y salado). Procure dejar el mínimo tiempo posible producto loncheado en el frigorífico, pues el proceso indicado anteriormente se acelera en este caso. Consuma especialmente el lomo y el cabecero de lomo cortados en lonchas finas.





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