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miércoles, 2 de octubre de 2013

JAMÓN IBÉRICO, UN PLACER PARA LOS SENTIDOS.



JAMÓN IBÉRICO, UN PLACER PARA LOS SENTIDOS.

Cuando hablamos de jamón ibérico de bellota tenemos que tener en cuenta sus cualidades sensoriales, ya que para realizar una cata utilizaremos todos nuestros sentidos.

ASPECTO Y FORMA:
La forma del jamón, su tamaño o el aspecto de su pezuña, (el término “pata negra”, está prohibido utilizarlo, ya contaré por qué). Una pezuña gastada es signo de crianza en montanera, el animal ha caminado mucho por la dehesa.
La presencia de hongos y mohos indican una curación lenta en secaderos y bodegas naturales, que potencia ciertos aromas y sabores.
Los jamones ibéricos son alargados, con el característico corte en forma de “V” y de tobillo fino. Su tamaño oscilará entre los 6,5 y 8,5 kilos de peso. Yo prefiero un jamón grande ya que procede de un cerdo mayor, que ha comido más bellotas en la montanera y tiene más tiempo de  curación en los secaderos y bodegas naturales. 




La grasa que recubre el jamón es de color amarillo-dorado, con mayor o menor intensidad dependiendo del tiempo de curación en los secaderos naturales. En las zona internas la grasa tiene una coloración blanca con un matiz amarillo-dorado. El juego de tonalidades es precisamente el indicador de la ficha de cata. La coloración más o menos rosada de la grasa puede indicarnos la calidad del jamón. La grasa debe mostrarse abundante y fluida en un buen jamón.  El veteado de la carne es un símbolo de calidad y su presencia aumenta a mayor edad del animal. Los jamones ibéricos presentan más grasa exterior que el resto de jamones. Las lonchas deben presentar un color entre rojo púrpura y rosa pálido, con aspecto brillante debido a la grasa infiltrada, que indica fusión a temperatura ambiente.
El magro del jamón ibérico tendrá colores rojos más intensos y más oscuros y serán los más valorados, indican que la alimentación del cerdo ha sido a base de bellota y ha realizado un buen ejercicio durante la montanera, aumentando los pigmentos naturales. A temperatura ambiente, presentará un alto brillo en la grasa intramuscular, una parte de esta grasa se encuentra en estado líquido, extendiéndose por toda la superficie cuando se corta el jamón. Rápidamente se adquiere el brillo característico y apreciado de un jamón ibérico de bellota.  Símbolo de calidad procedente de la grasa intramuscular del jamón es el veteado. Y por último los cristales de Tirosina. La tirosina es un aminoácido presente en las proteínas de la carne. En el proceso de maduración, algunas enzimas del músculo rompen las proteínas de la carne y se liberan los aminoácidos. La tirosina es poco soluble, es decir, que no se disuelve en el agua. Así cuando los jamones se van deshidratando poco a poco en su proceso de secado, la tirosina forma unos cristales mínimos, de 1 a 3 mililitros. En resumen, que los cristalitos blancos son totalmente inocuos y son una muestra de un secado prolongado  a altas temperaturas y son una marca de calidad innegable.

EL OLOR:
El jamón ibérico tiene un aroma intenso, persistente y equilibrado. Estos aromas serán más agradables conforma avance el periodo de curación y maduración en los secaderos y bodegas naturales. Hablamos de “olor a jamón de bellota”, olor característico que no necesita explicación y no tiene una referencia. Un jamón de alta calidad emana unos aromas intensos y agradables que serán reconocidos en inconfundibles.
Para un correcto desarrollo del sentido de olfato es imprescindible degustar una loncha de jamón, uniendo paladar y fosas nasales.  La permanencia del aroma una vez que el alimento ha desaparecido de la boca es algo característico del jamón ibérico de bellota. Estos olores persistentes, son matices rancios y picantes que proceden del mismo proceso de curación del jamón.
Es característico de los jamones ibéricos el aroma a curado, consecuencia de la utilización de nitratos naturales de la sal durante su elaboración. Un exceso de aroma rancio se asocia a jamones excesivamente curados.

TEXTURAS:
La grasa del  cerdo ibérico presenta unas cualidades distintas que el resto de razas. El ser blanda es su mayor cualidad y esto la diferencia de las demás. La grasa del jamón ibérico debe resultar suave, deslizante y untuosa. En los jamones ibéricos la fluidez de la grasa es mayor debido a la concentración de lípidos.
En una loncha de jamón ibérico la fibrosidad la determina la facilidad para separar sus fibras. Está directamente relacionada con las infiltraciones de grasa.  El jamón ibérico, al presentar altos índices de grasa intramuscular, debe dar una pequeña sensación de fibrosidad, pero debido al ejercicio continuado que el cerdo realiza en la montanera, la fibrosidad es mayor en las infiltraciones de grasa de las extremidades posteriores. Agradecemos cierto nivel de  dureza para prolongar el tiempo de masticación y favorecer y estimular la secreción de jugos salivares, rechazamos una dureza excesiva.

EL GUSTO:
Salado, dulce o margo.


Salado: Para medir la calidad del jamón en este sentido tenemos que diferenciar dos cosas, su contenido de sal no demasiado alto desde el punto de vista nutricional y sensorial y su contenido de sal no demasiado bajo relacionado con el factor microbiológico, para una perfecta conservación. En el caso del jamón ibérico, debido a su largo periodo de curación, se permite un mayor contenido de sal que en otros tipos de jamones. Un alto contenido de sal sería rechazado por nuestras papilas gustativas. Los Jamones curados en la provincia de Salamanca precisan menos sal debido al frío de su clima.

Dulce: En el proceso de curación del jamón ibérico se producen una serie de reacciones químicas naturales que aportan pequeñas cantidades de azúcares a las piezas, que  proporcionan pequeñas sensaciones dulces, muy apreciadas por nuestro paladar.

Amargo: El sabor amargo está directamente relacionado con el dulce. Los procesos de curación también aportan elementos con cierto sabor amargo. Los sabores amargos excesivos son indicadores de una mala curación de las piezas, ya sea por una elaboración con temperatura excesivamente baja o por una reducción de tiempo del proceso de curación.


Con esta información creo que podéis hacer una buena cata de jamón ibérico de bellota.  Espero que os resulte válida. Ahora a disfrutar de un buen jamón ibérico de bellota de Salamanca. 





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